Crítica de "Leyenda Feroz": Una perspicaz vivisección de un éxito histórico y fenomenal

Algunas cuestiones con historia. En la trasnoche del sábado 24 de abril de 1993, se exhibió por primera vez al público en general el film Tango feroz – La leyenda de tanguito, en el marco de la Muestra Proyección ‘93, una semana de preestrenos de cine argentino que organizamos desde la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, en el hoy extinto Cine Maxi sobre la  calle Carlos Pellegrini (justo enfrente al Teatro Colón). Allí la ópera prima de Marcelo Piñeyro participaba junto a otras películas de importantes colegas como María Luisa Bemberg, Beda Docampo Feijóo, Eduardo de Gregorio, Miguel Pereira, Ciro Cappellari y los también debutantes detrás de la cámara como la productora Lita Stantic y el montajista Luis César D’Angiolillo.

El film se programó en tres funciones. Como preveíamos –luego del lleno total y de la ovación final en una de sus dos salas de más de 800 butacas- se comenzó a percibir en el ambiente cinematográfico lo que pintaba como un film exitoso. Fue así sin duda. Un mes y medio después  se estrenaba en las hoy también desaparecidas salas del América y el Ambassador. Además de tener encima otro tanque nacional, dado que el 13 de mayo se había estrenado Gatica, el mono de Leonardo Favio, que ya promediaba los 400 mil espectadores. Fue tal la conmoción y el cimbronazo del film, especialmente en el público juvenil -con muchísimos ejemplos de chicos y chicas que iban a verla más de una vez- que los exhibidores la pedían para programar, duplicándose, triplicándose, y así sucesivamente las salas en todo el país. ¡Hasta hubo cines en pueblos perdidos que reabrieron su sala para poder exhibir Tango feroz!

En un tiempo social, económico y político aun complicado (a dos años y medio de la imposición del plan de Convertibilidad, pergeñado por el Ministro de Economía Domingo Cavallo y el Presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem) la asistencia del público a ver cine nacional era muy importante, pensando que por otro lado no había salas suficientes, solo 350 pantallas. Y ese año se estrenaron solamente 13 film argentinos. Tango feroz alcanzó un millón setecientos mil espectadores. Inclusive su banda sonora se convirtió en un mega éxito triple platino vendiendo a los largo de los años más de 600 mil copias de CD.

Claro que no todo era un lecho de rosas. En un principio hubo una connotada oposición y hasta desagrado, de parte de los reales y verdaderos protagonistas del momento y el ambiente en donde se movía Tanguito. La mayoría de los músicos y compositores a quienes les fueron a pedir autorización para utilizar los temas de la época y los que cantaba Tanguito, rechazaron esa primera idea escrita. Piñeyro convocó a la prestigiosa y premiada autora Aída Bortnik para hacer un nuevo y definitivo guión, a pesar de los pesares, donde quedaba reflejada en parte ese momento histórico, y significaba una visión de los autores de un músico marginal, basado de alguna manera en José Alberto Iglesias. Hubo principalmente tres autores que se negaron rotundamente a dar su visto bueno (y sus permisos respectivos): el rosarino Litto Nebbia –creador junto con Tanguito del mítico clásico del primer rock nacional, “La Balsa”- el poeta y periodista Pipo Lernoud y el baterista de Manal, Javier Martínez (justamente estos días se tiñeron de tristeza, dado que el creador de “No pibe”, “Avellaneda blues” y tantos otros hitos, acaba de fallecer). Y siguieron al paso de las tres décadas negando esa visión de la historia, más allá del resultado estético de la película.

Es por todo esto que el documental que encararon sus directores Denise Urfeig y Mariano Frigerio, es muy digno. Pues además del profundo estudio e investigación sobre el origen del film, de la meticulosa búsqueda de las locaciones usadas y mostrando esos mismos lugares hoy día, se le suma a un claro, directo y sincero sentimiento de los protagonistas en entrevistas actuales y rememorando aquellos buenos viejos tiempos del rodaje, del film propiamente dicho y sus consecuencias. No solamente está su pareja protagónica por excelencia, Fernán Mirás (como Tango, héroe y víctima de su propia historia) y Cecilia Dopazo (como Mariana, su musa y amante), aparecen con gozosos recuerdos y anécdotas Piñeyro, casi todo el resto del elenco como Leonardo Sbaraglia, Antonio Birabent, Federico D'Elía, David Masajnik, Mirna Suárez y el vasco Imanol Arias a través de una transmisión vía zoom, rememorando su papel de Ángel, personaje fantástico y  clave para el desenlace de la historia ficcional del film.

Aunque lo más distintivo es la amplia y democrática postura de los dos realizadores quienes también buscaron y entrevistaron a los músicos y autores que rechazaron el contenido del film. Salvo el caso de Litto Nebbia, quien prefirió no ser grabado y envió su respuesta y posición mediante un mail (que aparece y se lee completo en la pantalla), tanto Javier Martínez como Pipo Lernoud expresan su pensamiento y sentimiento sin censuras, tres décadas después de la producción del film. También están las visiones y palabras de otros músicos o periodistas que si apuntalaron de alguna manera este film como Moris (padre de Antonio Birabent quien además de actuar canta el clásico de su papá, “El oso”), Ricardo Soulé, el creador de Vox Dei que autorizó en la banda sonora que aparezca el tema “Presente”, cantado por Fernando Barrientos. Este cantautor y guitarrista (integrante hace 20 años del dúo de folklore Orozco-Barrientos) además canta el tema de Luis Alberto Spinetta, “Me gusta ese tajo” y compuso junto a Daniel Martín, dos canciones del film como “El amor es más fuerte” y “Tango feroz”. Estos están interpretados en la banda sonora por el recordado Ulises Butrón, quien asimismo canta los clásicos del original Tanguito: “Amor de Primavera” y “Natural”. También dicen lo suyo David Lebón quien fue el productor musical y el escritor, locutor y productor multimedia, Víctor Pintos (autor del libro

"Tanguito. La verdadera historia", quien se hizo cargo de la investigación periodística para un primer guión del film, completado y corregido por Piñeyro y el también periodista y cantautor Juan Carlos Muñiz.

La vigencia del film de Marcelo Piñeyro, hoy día y más allá de posturas o gustos estéticos cinematográficos y musicales, es indudable. El film fue un hito, un caso único y especial que marcó una época y aún hoy sigue moviendo y conmocionando a jóvenes y no tanto. El año pasado cuando se cumplieron las tres décadas de su estreno, tuve el placer y el honor de moderar la mesa redonda “Tango Feroz: Una charla por los 30 años”, junto a Marcelo Piñeyro, Cecilia Dopazo y Fernán Mirás en el Hotel Argentino en el marco del 20° Festival Internacional Piriapolis de Película. Y comprobé allí el gusto y goce que tuvieron los presentes de volver a ver el film (o verlo por primera vez) y a participar animadamente de la charla. En su mayoría eran uruguayos y de muy variada edad. Tango feroz, la leyenda de Tanguito y Leyenda feroz, se pueden dar de la mano y caminar juntos.

Y en momentos tan dramáticos, inquietantes y de aparente frustración de –entre otros grandes temas y preocupaciones- nuestra cultura y especialmente de nuestra pantalla nacional, este documental puede ungir como un sitio de recuerdo y nostalgia, de fuerza y emoción y también de lucha y resistencia. Porque “Pueden robarte el corazón, cagarte a tiros en Morón y pueden lavarte la cabeza, por nada”. Pero el Cine Argentino es más fuerte.